1991, el año en que Ayrton Senna consiguió la gloria en el GP de Brasil

Ayrton Senna es considerado uno de los mejores pilotos en la historia de la Fórmula Uno y muchos han expresado que lo admiran. 

Pero a diferencia de Michael Schumacher, Lewis Hamilton, Max Verstappen y otras leyendas del deporte, Senna necesitó de varios intentos para ganar su carrera de local. 

 

El piloto tuvo varios infortunios en las diferentes ediciones del Gran Premio de Brasil, pero en 1991 fue el año en que por fin pudo celebrar frente a su público. 

Infortunios

El Gran Premio de Brasil se había convertido en una carrera donde todo le salía mal a Senna y no podía conseguir un triunfo en casa. 

1988 fue su primera oportunidad de ganar frente a su público porque consiguió la pole position, pero después de dar la vuelta de calentamiento, su monoplaza presentó una falla y tuvo que regresar a los pits. 

Se subió a un auto de repuesto y a pesar de iniciar en el último lugar, Senna se puso en la pelea por un puesto de podio, pero su día acabó en la vuelta 30 cuando los oficiales determinaron que no siguió el reglamento sobre el cambio de monoplaza y fue descalificado. 

En 1986 y 1990 se subió al podio en el Gran Premio de Brasil, pero todavía faltaba que lo hiciera como número uno.  

Triunfo en casa 

Después de ganar en el Gran Premio de Estados Unidos de 1991, Senna llegaba como el gran favorito llevarse la carrera en Brasil y con la oportunidad de por fin romper la mala suerte que lo había perseguido cada vez que corría en casa. 

El circuito de Interlagos, que el mismo Senna ayudó a rediseñar, era el lugar perfecto para romper el maleficio. 

Senna obtuvo su quinta pole position de su carrera como local en la calificación y todo estaba preparado para ganar la competencia y celebrar frente a su público. 

Las primeras 65 vueltas fueron dominadas por Senna y parecía que nada lo iba a detener, pero su caja de velocidades (gearbox, en inglés) falló. 

Riccardo Patrese, piloto de Williams, aprovechó la falla mecánica y recortó la distancia, pero Senna dejó de ver lo que hacía su rival y se enfocó a dejar todo en la pista para asegurar el triunfo. 

Después de seis vueltas llenas de nervios, Senna consiguió el triunfo y lo celebró con todo, además que los aficionados presentes se volvieron locos al ver que su ídolo por fin pudo triunfar en casa. 

Solo regresé a la realidad cuando vi la meta. Luego me sentí feliz de estar vivo, de estar en Interlagos, en mi tierra natal y con mis compatriotas felices. No fue la victoria más importante de mi vida, pero una en la que di todo lo que tenía", dijo Senna después de la carrera. 

Inicio rumbo a su último campeonato 

Con estos dos triunfos inició el dominio de Senna en 1991 porque ganó cinco carreras más rumbo a su tercer campeonato de pilotos. 

Este sería el último campeonato de pilotos de Senna, pero fue icónico porque por fin pudo complementarlo con la victoria en el Gran Premio de Brasil.