- 04 de octubre de 2025
El Mundial de 2026 está todavía lejos de empezar pero ya está marcando récords.

El Mundial de 2026 está todavía lejos de empezar pero ya está marcando récords. Será la primera edición con 48 selecciones, la friolera de 104 partidos y tres países anfitriones, entre ellos el nuestro. Desde el 11 de junio hasta el 19 de julio de 2026, el planeta volverá a detenerse para celebrar el mayor espectáculo deportivo del planeta.
Primera vez en sede tripartita
Nunca antes la FIFA había asignado una Copa del Mundo a tres países de manera conjunta, una decisión que todavía sorprende a los aficionados al deporte y las apuestas deportivas hoy. La elección se tomó en el Congreso de Moscú de 2018, cuando la candidatura norteamericana superó a la propuesta de Marruecos con 134 votos a favor.
Aparte de reconocer la capacidad logística y económica de los tres anfitriones, la decisión también marcó la intención de hacer del torneo un evento global y de identidad continental.
Mientras México es tradición pura y se convertirá en el primer país que ha sido tres veces sede de una Copa del Mundo (1970 y 1986), Estados Unidos busca consolidar el crecimiento del deporte en su tierra, al tiempo que Canadá vivirá su primera experiencia como sede mundialista.
Las sedes en México y sus preparativos
En conjunto, se espera una asistencia récord que podría superar los seis millones de espectadores, que vivirán el Mundial repartidos entre los tres países.
En México, puntualmente serán tres estadios los privilegiados. El Estadio Azteca con espacio para 80.000 espectadores, será sede del partido inaugural y varios encuentros de la fase de grupos.
Más al Norte, el Estadio BBVA de Monterrey (una joya moderna con más de 50.000 asientos) ofrecerá una experiencia de vanguardia, mientras que en Guadalajara, el Estadio Akron completará la tríada mexicana.
Números que asombran: 104 partidos, 48 selecciones
El Mundial de 2026 será el más grande de la historia en términos de selecciones, ya que por primera vez competirán 48 equipos, ordenados en 12 grupos (A, B, C, D, E, F, G, H, I, J, K y L).
Los dos primeros de cada grupo y los ocho mejores terceros avanzarán a los dieciseisavos de final, en un formato en el que los finalistas van a haber jugado ocho partidos para alcanzar la gloria.
El torneo contará con 104 encuentros repartidos entre 16 sedes y un calendario que se extenderá durante más de cinco semanas, mientras que el aumento de participantes permitirá una representación más amplia de todas las confederaciones.
África tendrá nueve cupos directos, Asia ocho, Sudamérica seis, y la Concacaf, como anfitriona, tendrá tres plazas aseguradas más la posibilidad de un cuarto equipo vía repesca.
En total, la FIFA espera que se convoque a más de 1.200 jugadores de élite, que deberán cumplir con un calendario exigente. Al menos, se sentirán respaldados por infraestructuras de primer nivel y la potencia económica de América del Norte.
Selecciones tradicionales que están en la cuerda floja
Las sorpresas no vienen solamente por el lado de los números, sino también de los resultados. De hecho, ni siquiera la expansión del número está garantizando la presencia de todos los históricos.
Por ejemplo Chile, campeón de América en 2015 y 2016, ya quedó fuera del Mundial, sumando otro ciclo fallido. Aunque en algún momento tuvo chances matemáticas, la selección sudamericana supo hacia mitad de año que no podría asistir a la celebración en 2026.
Por otro lado, Alemania atraviesa una clasificación turbulenta, tercera en su grupo detrás de Eslovaquia e Irlanda del Norte, mientras Italia lucha por no repetir el fiasco de 2022 y 2018. La sorprendente Noruega y la sólida Croacia complican su camino.
Por primera vez en décadas, el fútbol europeo vive una eliminatoria donde los gigantes no tienen asegurado el pasaje para cruzar el Atlántico, lo cual nos recuerda que a la gloria, como siempre, hay que ganarla en la cancha.
Tres mascotas y un balón especial
El espíritu multicultural del torneo también se refleja también en sus mascotas, presentadas hace apenas días. Maple, un alce canadiense de color rojo, representa la creatividad y la resiliencia, ya que es portero y porta la hoja de arce, símbolo nacional de Canadá.
Por su parte Zayu, un jaguar verde inspirado en las civilizaciones prehispánicas, encarna la fuerza y el orgullo cultural de México. Clutch, un águila calva estadounidense de tono azul, simboliza la valentía y la unidad, desempeñándose como mediocampista. Juntas, las tres figuras proyectan la unión continental que caracteriza esta edición.
El balón oficial, presentado el 2 de octubre, lleva por nombre Trionda y fue diseñado por Adidas. Su estética combina los colores rojo, verde y azul sobre fondo blanco, representando a cada país anfitrión, casi de la misma manera en que se ha dado espacio a todos con la elección de las mascotas.
Los detalles dorados evocan el trofeo de la Copa del Mundo, mientras que los emblemas de los tres países (la hoja de maple, el jaguar y la estrella) refuerzan la idea de un evento compartido. Trionda es también un guiño al número tres, que aparece en los idiomas oficiales del torneo, inglés, español y francés.