Roman Abramovich fue uno de los personajes señalados por mucha gente cuando comenzó la guerra entre Rusia y Ucrania. El dueño del Chelsea tomó cartas en el asunto e intentó hacerse a un lado, sin embargo no será tan fácil como él esperaba.
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Los Blues incluso ya tenían a potenciales compradores, desafortunadamente el cambio en la administración podría tardar mucho más de lo esperado tras las acciones de las autoridades.
El gobierno británico sancionó a un grupo de multimillonarios rusos entre los que figura el aún dueño del equipo, Roman Abramovich, esto por tener vínculos cercanos a Vladimir Putin.
Entre las sanciones impuestas está la congelación de sus bienes, así como hacer transacciones con particulares y empresas del Reino Unido.
Si bien el Chelsea no cambiará de manos por el momento, se aseguró que esto no interferirá con su lugar en la Premier League o cualquier otra competencia.
Los oligarcas y los cleptócratas no tienen cabida en nuestra economía ni en nuestra sociedad (...) Con sus estrechos vínculos con Putin, son cómplices de su agresión", sentenció Liz Truss, ministra británica de relaciones exteriores.
Sin embargo, algunas de las sanciones sí alcanza al club directamente como el que no podrán vender entradas para los partidos a partir del 10 de marzo, los únicos que podrán acceder serán los socios que son entre 28 mil y 30 mil, mientras que la capacidad de Stamford Bridge es de 44 mil aficionados, reportó ESPN.
Además, también pega directo a la transferencia de jugadores ya que no podría renovar contratos. En un comunicado aseguraron que entablarán conversaciones con el gobierno de británico para poder analizar a detalle la situación.