- 28 de julio de 2025
Shane Tamura, culpable del tiroteo en New York, dejó una nota donde señala indirectamente a la NFL por sus acciones.

Una tragedia sacudió Manhattan y dejó a la NFL en el centro de una polémica inesperada: Shane Tamura, un joven de 27 años, abrió fuego en un rascacielos sobre Park Avenue... pero lo más impactante no fue solo el tiroteo, sino la nota que dejó antes de quitarse la vida.
Tamura, originario de Las Vegas, entró armado al edificio donde se encuentran oficinas de firmas financieras y del propio comisionado de la NFL, Roger Goodell. Según reportes de la policía de Nueva York, el atacante portaba una nota de tres páginas donde lanzaba duras acusaciones:
"CTE. Estudien mi cerebro, por favor. Lo siento".
"No puedes ir contra la NFL, te aplastarán".
Así de crudo. Tamura creía que sufría encefalopatía traumática crónica (CTE), una enfermedad que ha marcado a cientos de exjugadores de futbol americano. Aunque nunca jugó profesionalmente, había sido mariscal de campo en la preparatoria. Aun así, culpaba a la liga de no advertir sobre los riesgos del deporte, al punto de sentirse perseguido.
Por si esto fuera poco, entre las notas también tenía una lista con nombres de doctores expertos en neurología además de una posible referencia al documental 'Liga de la Negación', que precisamente reveló los vínculos entre la NFL y la lesión cerebral relacionada con el traumatismo craneoencefálico.
Entró al edificio equivocado, pero dejó una escena trágica
Todo apunta a que su objetivo real eran las oficinas de la NFL, pero terminó en otra parte del rascacielos debido a un error con el elevador. Aun así, el ataque fue mortal: cuatro personas murieron, entre ellas un policía y tres civiles. Uno de los heridos trabaja para la liga y está en condición crítica.
La escena fue tan caótica como dolorosa: gritos, evacuación masiva y una ciudad entera preguntándose cómo alguien con antecedentes de salud mental logró llevar a cabo un tiroteo en pleno corazón financiero de NYC.
¿Y la NFL qué?
Hasta ahora, la NFL ha guardado silencio sobre las declaraciones que dejó Tamura. El tema de la CTE ha sido un elefante en la habitación por años. Casos como los de Junior Seau o Aaron Hernandez destaparon una realidad incómoda: el futbol americano puede dejar secuelas brutales, no solo físicas, también mentales.
Este caso vuelve a poner en la mesa una pregunta que la liga prefiere esquivar: ¿Qué precio están pagando quienes alguna vez soñaron con jugar en la NFL? Para más información, síguenos en Google News y nuestro canal de WhatsApp.