- 02 de octubre de 2024
El considerado mejor boxeador en la historia de México, Julio César Chávez, comenzó sin un nombre y se retiró como uno de los mejor pagados con el dinero que se embolsó.
El ídolo en el boxeo mexicano que paralizaba a todo el país cada que salía al ring, Julio César Chávez, tuvo inicios en su deporte muy complicados: sin reflectores en las peleas y con pocos ofrecimientos, por lo que su sueldo no podía acrecentarse, pero el sonorense no desistió de su sueño.
El peleador mexicano admite que de niño no era un gran fanático de los golpes e incluso estaba convencido de que no quería practicar el deporte, pero eran sus hermanos los que lo convencían para seguir el camino y le pagaban un centavo por agarrarse a golpes con otros niños, y fue cuando se dio cuenta que su familia podía hacer dinero del box que comenzó a adentrarse, luego de una infancia con muchas carencias.
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El pugilista se convirtió en alguien cada vez más mediático y el nombre del mexicano trascendió no solo a lo largo del territorio, sino a otros países del mundo, con lo que Chávez demostró un nivel superlativo, el suficiente para convertirse en tres veces campeón del mundo.
JC Chávez llegó a cobrar más de 10 millones de dólares
Luego de conseguir su primer título como campeón mundial, JC Chávez comenzó a recibir muchas propuestas de pelea y retos de boxeadores reconocidos en la escena internacional, por lo que el ícono mexicano comenzó a cobrar en dólares la bolsa garantizada por sus victorias sobre el ring a partir de la década de los 90.
Según datos recabados por el medio especializado en box, Izquierdazo, en su pelea contra Greg Haugen se embolsó 3 millones de dólares por la rivalidad mexicana-americana, y fue durante 1993 y 1994 que peleó cuatro veces por año en un funcionamiento récord, por lo que solo en ese año ganó 10 millones de dólares enfrentando además a Terrence Alli, Pernell Whitaker y Andy Hooligan.
En el 94 comenzó una de las mayores rivalidades de su carrera y enfrentó en múltiples ocasiones al también campeón mundial Frankie Randall, el boxeador que lo hizo perder su invicto y a quien enfrentó dos veces ese año, además de Meldrick Taylor y Tony Lopez, y duplicó sus ganancias anuales a 20 millones de dólares.
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Las peleas en las que Chávez ganó las mayores cifras de dinero fueron los dos enfrentamientos ante Óscar de la Hoya, el estadounidense de origen mexicano con quien las ganancias en su primera pelea en 1996 fueron de 9 millones de dólares garantizados por pelear y además 6 millones de dólares generados por la pelea en Pago por Evento.
La última pelea de la que se recabaron estas cifras fue el enfrentamiento final de Julio César Chávez y Frankie Randall; en esta tercera pelea solo se llevó un millón de dólares, y a pesar de ser una cifra de escándalo para el 2004, la fortuna de que se embolsó el mexicano no tiene que ver con las ganancias de los boxeadores que se enfrentan hoy en día en magno eventos, entre ellos Saúl ´Canelo´ Álvarez.
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