No hay aficionado al futbol mexicano, quizá, que no haya escuchado la frase "Todo es culpa de Layún" atribuida a Miguel Layún, pero ¿qué significa y cómo surgió esta frase que afectó mentalmente al futbolista?
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Miguel Layún era un jugador prácticamente desconocido cuando llegó al América en 2010. Había jugado poco con Querétaro y Veracruz. Probó suerte en Italia con el Atalanta, pero sólo disputó dos partidos oficiales.
Su fichaje con las Águilas a los 22 años de edad generó sorpresa y escepticismo. Su pobre currículum provocó que algunos aficionados y comentaristas cuestionaran si tenía suficiente nivel para estar en el equipo.
Barak Fever, experiodista de TV Azteca y ahora de ESPN, evidenció las carencias futbolísticas y la falta de carácter del lateral mediante su popular "Contracrónica".
En una crónica sobre Layún en un partido de pretemporada ante Barcelona, Fever evidenció que los compañeros de Layún no confiaban en él y no le pasaban el balón, además de la frustración del lateral. El hashtag #TodoEsCulpaDeLayún se popularizó en redes sociales con el paso del tiempo.
"Llegué y el equipo no estaba muy bien y luego me pusieron a jugar de lateral derecho, que para mí es la peor posición que puedo jugar; si hay un lugar donde me veo pendejo es ahí. No sé me da, parece que me voltean el pinche mundo, no se por qué.
La sufrí cabrón, me apachurraron mi corazoncito. Lloré varias veces y gracias a eso, porque a final de cuentas, empecé a trabajar con una psicóloga, Claudia Rivas, y me ayudó un chingo", confesó al Escorpión Dorado.
Cuando el lateral anotó el penal definitivo en la final ante Cruz Azul en 2013, muchos retomaron la frase para reconocer que fue su culpa que América quedara campeón. A partir de entonces, su carrera fue en ascenso: jugó con Porto, Villarreal y Sevilla y disputó dos Mundiales con la Selección Mexicana.