- 27 de octubre de 2025
Un formato que permite a equipos con números de vergüenza pelear por el título no es competitivo: es una farsa.

Todos sabemos que el fútbol mexicano es una farsa. No hay otra palabra.
Un sistema donde un equipo con ocho derrotas, -4 goles de diferencia y 37 % de efectividad puede ser campeón no es competitivo: es vergonzoso.
Santos Laguna, con números menos que mediocres, podría levantar el trofeo por obra y gracia de un formato hecho para la taquilla, no para el mérito.
Y mientras Toluca, Tigres o Cruz Azul sostienen campañas de nivel superior al 70 por ciento de efectividad, el torneo abre la puerta a la casualidad y a la mediocridad.
Esto no es fútbol profesional, es un espectáculo de cartón armado por dirigentes incompetentes que jamás han escuchado ni escucharán a sus clientes, los aficionados.
Es lamentable, pero la Liga MX es el único lugar donde el fracasado y el perdedor pueden levantar un trofeo...




