- 02 de octubre de 2024
El fútbol mexicano vive su peor crisis en muchísimos años por culpa de varios factores.
La destrucción de nuestro fútbol no inició a partir del pasado Mundial, comenzó hace mucho.
Podemos empezar con que ver fútbol en México, un país en el que aún abunda la pobreza, se volvió un privilegio de algunos al llevarlo a la televisión de paga y más recientemente a plataformas de streaming.
¿Y qué tal los precios de los boletos para asistir a los estadios? Son impagables para un elevado porcentaje de la población. Por si fuera poco, si acudes, corres el riesgo de experimentar un evento violento en las tribunas sin que nadie haga algo por tu seguridad.
Sumemos que la Liga MX se encargó de tener cero credibilidad. Muchos, muchísimos piensan que está repleta de corrupción.
Televisa también contribuyó con su granote de arena a esta destrucción. Una gran cantidad de aficionados la repudia, la detesta, la vomita.
Podemos agregar lo que todos sabemos, todos menos los ineptos directivos. El exagerado número de extranjeros, la ausencia del ascenso y descenso, etc.
¿La Selección? La Selección dejó de ser un orgullo para convertirse en un asco. Con jugadores impuestos por patrocinadores, con naturalizados por conveniencia, etc.
Así que a nadie debería sorprender que la gente en Estados Unidos esté comenzando a abandonar al Tri. De hecho, lo que sorprende es que hayan tardado tanto en rebelarse.