- 02 de octubre de 2024
El Flaco llegó a la selección mexicana en una de las etapas más polémicas de nuestro balompié.
¿Te imaginas al fútbol mexicano sin Televisa?
¿Te imaginas a la selección mexicana sin vacas sagradas?
¿Te imaginas que un técnico campeón del mundo dirigiera al Tri?
Bueno, pues justo eso pasó a principios de los noventa.
Por aquellos años, el fútbol mexicano era un desastre, incluso peor que el que existe hoy en día.
Pero ocurrió una revolución. Emilio Maurer desafió a la poderosa Televisa y le arrebató el control de nuestro balompié.
Entre otras cosas, Maurer logró que César Luis Menotti, campeón del mundo en Argentina 78, aceptara dirigir a la selección mexicana, que por aquellos ayeres era una vergüenza. Mucho peor, muchísimo peor de lo que ha sido recientemente.
Lo primero que dijo Menotti al llegar a México fue: "Yo vengo aquí para ser campeón del mundo, no vengo aquí para perder el tiempo".
Y así, con esa convicción logró transformar a los ´Ratones Verdes´ en futbolistas competitivos.
Pero, además, dejó de llamar a varios de los jugadores de siempre y convocó a caras nuevas, entre ellas las de Jorge Campos y Ramón Ramírez.
Mientras tanto, la despechada y berrinchuda Televisa reaccionó con furia, al grado de que la selección no pudo jugar de local en el Azteca y tuvo que hacerlo en el Estadio Ciudad de los Deportes.
A Maurer le hizo pagar cara su osadía y hasta fue encarcelado.
Televisa recuperó el poder y quiso darle continuidad a Menotti, sin embargo, el argentino no estuvo dispuesto a aceptar las imposiciones de sus nuevos patrones y todo acabó.
Todos los que vivimos esa época podemos decir que el fútbol mexicano se divide en la era antes de Menotti y después de Menotti.
Descanse en paz, César Luis Menotti.