La historia detrás del fichaje de Gignac: Tigres le mintió para convencerlo
Las negociaciones estuvieron a punto caerse y el francés los hizo esperar más de dos horas en un hotel
André-Pierre Gignac hoy es uno de los mejores jugadores en la historia de Tigres, pero eso quizá no habría pasado si la directiva del club no le hubiera dicho algunas mentiras piadosas antes de ficharlo.
Las negociaciones entre el delantero francés y el club mexicano en 2015 no fueron fáciles, incluso estuvieron a punto de caerse, contó el periodista Ignacio Suárez en su columna del periódico Récord.
Tigres buscaba un goleador letal para encarar las semifinales de la Copa Libertadores y les interesó Gignac debido a que era seleccionado nacional, disputaba el título de goleo en la Ligue 1 y estaba próximo a terminar contrato con el Olympique Marsella.
La directiva contactó a Christopher Cano, representante de Gignac, a través de un agente FIFA llamado Ronald Pablo Baroni. El representante no estaba muy interesado en la oferta de Tigres, pero Gignac sí, a pesar de que tenía ofertas de Atlético de Madrid, Lazio, Fenerbahce y otros clubes. "Sí, quiero un cambio en mi vida", dijo el delantero.
Cano, Baroni y la directiva de Tigres tuvieron varias llamadas telefónicas y reuniones durante varias semanas, pero no se concretaban nada y las negociaciones estuvieron a punto de caerse hasta que Gignac se reunió con la directiva de Tigres con los contratos ya listos.
El delantero francés estaba de vacaciones en Orlando, Florida y viajó a Cancún (donde se realizaba el Draft del futbol mexicano), pero pidió conocer en la reunión al técnico de Tigres, Ricardo "Tuca" Ferretti.
Debido a un retraso en el vuelo de dos horas y a que Gignac quiso darse una ducha, tuvo al "Tuca" y a los directivos esperando en un lujoso hotel de Cancún, pero llegó.
Después de casi una hora de conversaciones, Gignac preguntó cómo era Monterrey y si era peligroso, pues había leído que el fin de semana habían asesinado a varias personas en San Nicolás de los Garza.
Pues es igual que acá (Cancún), así con palmeras, calorcito, como aquí. Monterey es una ciudad muy moderna. Está muy cerca, como a hora y media nada más. (San Nicolás) no está en Monterrey, es otro municipio que no está cerca. Tú estarás muy seguro", respondió Miguel Ángel Garza, entonces presidente deportivo de Tigres, y los demás asintieron.
Gignac aceptó la oferta de Tigres y para terminar la conversación, "Tuca" le advirtió: "Bueno de una vez te digo, para que no te vayan a espantar, que ¡yo soy un cabrón!" El francés le respondió: "Qué bueno que lo dices porque yo soy más cabbrrón!". Los demás se rieron y así se cerró el fichaje del ahora máximo goleador histórico del club.
