México tumba a Argentina en penales y avanza en el Mundial Sub-17

El fútbol tiene memoria, y esta vez se puso la playera de México. El Tri, que llegaba como víctima ante Argentina, terminó firmando una noche de revancha: 2-2 en el tiempo regular y triunfo en penales, con dos nombres propios grabados en la historia: Luis Gamboa, delantero del Atlas, y Santiago López, el arquero que metió el penal definitivo.

El duelo arrancó con el guion normal. Ramiro Tulian adelantó a Argentina y el fantasma de la derrota se asomó temprano. México abajo, Argentina cómoda. Pero Gamboa decidió romper el libreto: con un doblete, volteó el marcador a 2-1 y encendió al equipo. De pronto, el Tri no parecía la víctima de la previa, sino el que dictaba el ritmo y el ánimo del partido.

Cuando todo apuntaba al triunfo, llegó el golpe que heló la sangre: Fernando Closter empató al 87 y tiró a México de regreso al abismo de las dudas, justo contra el rival que lo había eliminado del Mundial Sub 20 y se había burlado. El recuerdo de aquella humillación se instaló en la tribuna y en la banca como una sombra pesada.

¡Dramatismo!

La diferencia estuvo en el final. En la tanda de penales, México no se encogió. Cobro tras cobro, el Tri sostuvo la calma hasta que llegó el turno menos esperado: Santiago López, el arquero mexicano, caminó desde su área para ejecutar el disparo decisivo. No dudó. Definió y sentenció la serie.

Argentina perdió la sonrisa; México ganó algo más que un pase: se metió a los octavos de final y convirtió una vieja herida en una noche de reivindicación. El equipo que llegaba como víctima terminó celebrando como verdugo, con Gamboa como artillero y López como el portero que, literalmente, marcó la diferencia.

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