El futbol africano suele generar bastante polémica y cuestionamientos a nivel internacional, esto debido al tema de la apariencia o las edades de los jugadores particularmente en los Sub-17. La Selección de Camerún de dicha categoría se ha visto envuelta en un escándalo con los cachirules.
La polémica invadió el interior del equipo africano de cara al torneo Uniffac Limbe 2023, esto debido a que la plantilla que estaba registrada presentaba una cantidad considerable de futbolistas mayores de 17 años, algo que no fue tolerado por las autoridades de la Confederación Africana de Futbol.
Gran parte de los "jóvenes" convocados para la competencia superaron el límite de edad previamente establecido, esto después de que no pudieran aprobar el examen médico de manera satisfactoria; dicho procedimiento se encargaba de darle autenticidad a la edad de los jugadores.
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Fueron 21 de 30 futbolistas los cuales tuvieron que ser dados de baja por superar los límites de edad permitidos para la categoría Sub-17. La prueba médica consistía en una resonancia magnética de muñeca, con la cual se puede determinar en un 99% la maduración de los huesos.
De la convocatoria original solamente quedaron nueve seleccionados, por lo que ante la salida del resto de los futbolistas mayores de edad, el equipo camerunés tuvo que rearmar por completo su equipo de cara al torneo en el que van a participar, además de las eliminatorias para la Copa Africana de Naciones Sub-17.
A través de un comunicado, la Federación Camerunesa de Futbol (FECAFUT) señaló que los futbolistas con mayoría de edad fueron retirados inmediatamente del equipo, derivado de las estrictas instrucciones por parte del presidente de la organización del país africano.
La decisión que se tomó, haciendo referencia a la manipulación de los registros del estado civil, buscará erradicar la mala imagen del futbol camerunés, situación explicada en el mismo comunicado. La FECAFUT mencionó que se deben respetar las edades de cada categoría, en este caso la Sub-17.