Las semifinal de la Champions League entre Liverpool y Villarreal no dejó dudas de qué equipo es el más poderoso entre ambas escuadras. Desde el primer tiempo dominó el conjunto inglés y esto no se terminó en el complemento, aunque no aprovecharon todas sus oportunidades.
Los papeles no cambiaron ni un instante en la segunda mitad, donde los dirigidos por Jurgen Klopp volvieron a tomar las riendas de las acciones.
A diferencia de lo ocurrido en los primeros 45 minutos, el Liverpool capitalizó sus oportunidades en un gol, sin embargo contó con un poco de fortuna.
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Un pase Mohamed Salah hacia la banda de Alexander-Arnold terminó con el lateral mandando un centro del cual no se pudo conocer el peligro que llevaba.
Pervis Estupiñán alcanzó a rozar el balón y le cambió la trayectoria, misma que llevaba dirección de portería y Gerónimo Rulli no pudo desviar fuera del arco.
Sólo dos minutos después, una jugada colectiva terminó con Sadio Mané dentro del área y sin marca para puntear el balón lejos del alcance del portero rival.
Todo parecía indicar que se venía el vendaval de goles del Liverpool, sin embargo volvieron a aparecer las imprecisiones en el ataque, así como una buena actuación de Rulli.
Con el resultado, los Reds irán a la casa del Villarreal para mantener la ventaja y el Submarino Amarillo tendrá que ofrecer una versión distinta si quiere llegar a la final.
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