Muhammad Zolkefli tuvo que devolver su medalla de oro de los Juegos Paralímpicos Tokio 2020 debido a que llegó tarde a su competencia.
El lanzador de bala de Malasia se presentó sólo tres minutos tarde a su prueba en la categoría F20 (con discapacidad intelectual) y alegó que tenía un "motivo lógico".
De hecho, Zolkefli no fue el único atleta que llegó tarde a esta competencia, pues el australiano Todd Hodgetts y el ecuatoriano Jordi Patricio Congo también lo hicieron.
El Comite Paralímpico Internacional explicó después que argumentaron que no escucharon su llamado o estaba en un idioma que no entendían.
El juez de la competencia les permitió competir y Zolkefli ganó el primer lugar. Sin embargo, horas después el CPI comunicó que los resultados no eran válidos.
De acuerdo con la regla 5.5 del World Para Athletics, los atletas involucrados no estaban presentes cuando se les llamó y su resultado es DNS ("No inició").
"¡Absolutamente vergonzoso! No debería haber permitido que los atletas compitieran si llegaban tarde. No le roben esta medalla que ha ganado con tanto esfuerzo y que batió el récord mundial", dijo el diputado malasio Fahmi Fadzil. El ministro de Juventud y Deportes de Malasia informó que se investiga el caso.
El oro se lo llevó entonces el ucraniano Maksym Koval, su compatriota Oleksandr Yarovyi se quedó con la plata y el griego Efstratios Nikolaidis obtuvo el bronce.
El portavoz del CPI, Craig Spenc, lamentó que los ucranianos recibieron ataques en redes sociales, pues ellos habrían sido quienes protestaron por el retraso de sus rivales. Rechazó un recurso de apelación a la decisión.