Antes de ser llevado a su velatorio en la Casa Rosada, sede del gobierno argentino, el cuerpo de Maradona fue preparado en una funeraria. Uno de los empleados del lugar, identificado como Diego Antonio Molina, cometó un acto injustificable.
El sujeto se tomó una foto junto al cuerpo del que fuera uno de los mejores futbolistas de la histiria. No conforme. la subió a sus redes sociales. Este hecho desencadenó la ira de los argentino y del abogado de Maradona, Matías Morla.
Luego de que se diera una orden para su captura, Diego Molina decidió entregarse por su propia cuenta. El ahora exempleado de la funeraria se presentó ante la Comisaría Comunal no.15, con sede en Chacarita, Buenos Aires.
El sujeto acudió "con su abogada de confianza" a la espera del proceso legal que le aguarda. También se le tomaron sus datos personales. El sujeto no estará en prisión, ya que no es un delito, pero sí podría enfrentar un juicio y, de perder, tendría que otorgar una reparación del daño.
Otro de los involucrados le pidió disculpas a la familia de Maradona. Este empleado también se habría tomado una foto en compañía de su hijo y junto a los restos de "El Pelusa".
A su vez, la Fiscalía de la ciudad de Buenos Aires, en coordinación con la Policía local, registraron tres casas pertenecientes a los empleados de la funeraria, en búsqueda de mayor evidencia que los pudiera inculpar.