Tráfico de drogas, secuestro y hasta asesinato son algunos de los cargos que pesarían sobre Slavisa Kokeza, quien hasta hace algunas horas fungía como presidente de la Federación Serbia de Futbol, pues ha renunciado para "limpiar su imagen".
Al presentar su dimisión, Slavisa Kokeza dijo que busca "paz y estabilidad" dentro del futbol de Serbia, sobre todo ante el inicio de las eliminatorias para el mundial de Qatar 2022; el miércoles 24 de marzo, Serbia recibirá a Irlanda.
A través de la misiva en la que presentó su renuncia, el exdirigente aseguró que él nunca habría cometido crímenes tan "brutales" y que todo formaría parte de una serie de "peligrosas mentiras".
Según los primeros peritajes policiales, Slavisa Kokeza estaría relacionado a una serie de ultras del Partizan de Belgrado, uno de los equipos más populares de Serbia, quienes habrían utilizado las instalaciones del estadio Rajko Mitic para cometer crímenes.
Se les acusa de haber decapitado a varios integrantes de otras hinchadas, así como a enemigos de una supuesta mafia que gira en torno al Partizan Belgrado. Todo dentro de un búnker al interior del ya mencionado inmueble deportivo.
De acuerdo con lo trascendido, Salvisa Kokeza y los radicales buscaban secuestrar y asesinar al presidente de Serbia, Aleksander Vuci, quien es considerado como un "populista" en la Unión Europea (UE).
El Partizan de Belgrado suele tener una de las aficiones más extremas del planeta, no sólo son nacionalistas, sino también neonazis. Las autoridades culpan a los clubes por permitir que el 'hooliganismo' se expanda en la nación de Europa oriental.
