¿Por qué Emilio Azcárraga vendió el 49% del América?

La venta del 49% del Club América sacudió algo más que el tablero financiero del futbol mexicano. Tocó una fibra simbólica. El América no es solo una empresa: es el activo más valioso, más rentable y más emocional de Emilio Azcárraga. Por eso, la pregunta que se plantea en el podcast Silbatazo Referee es directa e incómoda: ¿por qué vender casi la mitad de lo que más amas? 

Luis Estrello: una crisis que no empezó ayer 

Para Luis Estrello, la venta del 49% del América no responde a una visión de crecimiento ni a una jugada maestra de negocio. En su lectura, se trata de una consecuencia de un proceso que viene arrastrándose desde hace más de un año, desde la creación del grupo Ollamani y el discurso de que América, Televisa y el Estadio Azteca se fortalecerían al cotizar en bolsa. 

Lejos de representar fortaleza, Estrello considera que aquella narrativa fue una ilusión. Hoy, la operación funciona más como una llamada de atención para quienes analizan el negocio del futbol y los medios en México. La crisis de la televisión abierta es real, el América es caro de sostener y la remodelación del Azteca fue una inversión millonaria que terminó por empujar esta decisión. 

Pedro Hernández: una decisión inflada y luego silenciada 

Para Pedro Hernández, lo más revelador fue la manera en que se manejó la información. Al inicio, algunos medios cercanos al americanismo hablaron de cifras exageradas, incluso de un valor superior a los mil millones. Esa versión se desmintió rápidamente. 

Después de esa corrección, señala Pedro, el tema prácticamente desapareció de la agenda. Ya no se habló de acciones ni de beneficios futuros. Para él, eso deja claro que no se trató de una operación pensada para presumirse, sino de una acción incómoda, influida por el alto costo de la remodelación del Azteca, la responsabilidad del Mundial y la situación financiera de la televisora. En ese contexto, la venta luce más desesperada que estratégica. 

Adrián Vargas: cuando vendes lo que amas, algo no anda bien 

El cierre del debate llegó con Adrián Vargas, editor en jefe de Referee, quien llevó la discusión a un terreno humano. Su argumento es simple: nadie vende la mitad de la casa o del coche que más ama si no lo necesita. Y en este caso, la joya de Emilio Azcárraga es el América. 

Para Vargas, el dato es contundente: casi la mitad del club ya no le pertenece y ahora está en manos de fondos estadounidenses que no llegan por romanticismo, sino por rentabilidad. Además recordó que desde hace tiempo el América ya no ficha figuras, ficha suplentes. Salvo contadas excepciones, el presupuesto es limitado y el problema va más allá de los nombres en la directiva. 

La conclusión es incómoda pero clara: la venta del 49% del América no es una señal de grandeza, sino un ajuste forzado por el contexto económico. 

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