¿Habrá cambios?
Emilio Azcárraga aclara el futuro del América tras vender el 49% del club
Ayer en la noche se confirmó la venta de la mitad de las acciones del América y Emilio Azcárraga ya salió a calmar a la aficón
El Club América vive uno de los movimientos corporativos más importantes de su historia reciente. Tras años operando bajo el control absoluto de la familia Azcárraga, la directiva decidió abrirle la puerta a un nuevo socio estratégico internacional: General Atlantic, un gigante global de inversión. La operación incluye no solo al equipo, sino también al Estadio Banorte, inmueble que se prepara para recibir el partido inaugural del Mundial 2026.
La transacción ronda los 490 millones de dólares y estableció una nueva estructura accionaria: 49% para la nueva entidad formada junto a General Atlantic y 51% para Ollamani, empresa donde Emilio Azcárraga es accionista mayoritario. Con ello, el América integra capital, tecnología, análisis de datos y visión global sin ceder el control mayoritario del club.
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¿Qué dijo Emilio Azcárraga tras la venta de acciones del América?
Después de que se hiciera pública la alianza, Emilio Azcárraga decidió dirigirse directamente al americanismo con un mensaje que dejó claro el objetivo del movimiento: fortalecer, no transformar. El dueño del América evitó tecnicismos financieros y apostó por un discurso emocional, centrado en la identidad y en la gente.
Azcárraga recordó que el América se construyó con noches históricas, títulos, derrotas y la pasión transmitida de generación en generación. Afirmó que este acuerdo pretende impulsar al club hacia el futuro sin renunciar a su esencia: "El América de siempre, listo para el futuro", escribió.
También subrayó que la alianza con General Atlantic y la asociación con The Kraft Analytics Group —filial del grupo dueño de los Patriots, Revolution y el Gillette Stadium— aportará herramientas modernas para la toma de decisiones, análisis de datos y gestión deportiva. Todo ello sin comprometer lo que considera innegociable: el ADN azulcrema.
El mensaje fue contundente de parte de Azcárraga:
"Este paso no cambia al América ni a su Estadio, los impulsa."
Además, recalcó que la familia Azcárraga mantendrá el control del equipo y del Estadio Banorte, lo que significa que las decisiones deportivas, administrativas y estratégicas seguirán bajo su mando.
Azcárraga cerró con una promesa para la afición: competir por campeonatos, mejorar la experiencia del estadio y representar a millones de seguidores en México y el mundo. "Juntos, como siempre, todos juntos", concluyó.
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