- 21 de noviembre de 2025
Pumas fue eliminado en Pachuca, en un cierre que volvió a exhibir la falta de resultados bajo el mando de Efraín Juárez.

Más allá del discurso y la pose, el resultado es innegable: Pumas fracasó. El equipo cayó 3-1 ante Pachuca en el Play In y quedó fuera, sumando una eliminación más a la lista de desilusiones universitarias. Efraín Juárez fue mucho bla, bla, bla. Mucho ruido y pocas nueces.El apodo que circula en X no es gratuito: "Mini Piojo", le dicen, por esa mezcla de bravura impostada y declaraciones que parecen venir de un universo paralelo. Para muestra, su última joya: "Fracaso es no intentarlo". O que presumiera: "Ha habido intereses de otros clubes por mí".
Para la afición, eso sonó más a evasiva que a autocrítica. La realidad está en el marcador y en la tabla, no en la narrativa.
De la ilusión al desencanto
Cuando Juárez llegó, la comunidad universitaria se ilusionó con un entrenador joven y cercano al ADN felino. Esa ilusión duró lo que duran los proyectos que sostienen más narrativa que fútbol: poco.En la cancha, Pumas fue lo mismo de siempre en los últimos años: intermitente, blando en defensa y dependiente de fogonazos individuales. Nada que aguantara un examen serio en Liguilla.
Las supuestas ofertas que Juárez presume —"Ha habido intereses de otros clubes por mí"— suenan más a distractor que a realidad. Su equipo no compitió y la grada lo sabe.
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Quince años sin título y contando
La eliminación de este torneo no solo es un golpe más: es un recordatorio de una estadística que pesa como ladrillo mojado. Pumas va para 15 años sin campeonato, entre proyectos fallidos, apuestas improvisadas y promesas que se desinflan al primer choque con la exigencia.Efraín Juárez no cambió la historia. La repitió.




