¡Duras consecuencias!
FMF toma medida radical por abucheos en TSM
El Tricolor podría tomar cartas contra el TSM por abucheos vs Uruguay
LOS TIENEN MUY CONSENTIDOS: La Drástica Decisión del Tricolor Tras los Abucheos en Torreón
¿Cuál fue la reacción de la Selección Mexicana tras los abucheos?
La noche del sábado en el Estadio TSM de Torreón se convirtió en un campo minado para la Selección Mexicana. El pálido empate 0-0 ante Uruguay en un partido de preparación rumbo al Mundial 2026 fue el detonante de una afición encendida y molesta.
Los abucheos fueron constantes, se escuchó el grito de "¡Fuera Vasco!" contra el entrenador Javier Aguirre, y la peor parte se la llevó el joven portero Raúl Rangel, quien fue insultado y silbado cada vez que tocaba el balón, simplemente porque la tribuna esperaba ver a Carlos Acevedo, ídolo local, en la portería.
La reacción post-partido del vestidor no se hizo esperar. Jugadores clave como el capitán Edson Álvarez ("Qué lindo es estar en casa, eh", con un sarcasmo palpable) y Raúl Jiménez (quien lamentó el ambiente hostil y señaló que "tal vez por eso nos llevan siempre a Estados Unidos") salieron a dar la cara, quejándose abiertamente del trato de la afición.
Estas declaraciones, que dividieron a la opinión pública entre el apoyo a los jugadores y la exigencia de la tribuna, han tenido una consecuencia inmediata y drástica.
CERRADO POR HOSTILIDAD: El TSM Vetado por el Tricolor
Según ha revelado el periodista Miguel Ramos Arizpe, los altos mandos del Tricolor, incluyendo directivos de la Federación Mexicana de Futbol (FMF), habrían tomado una decisión radical y sin precedentes: la Selección Mexicana no volverá al Territorio Santos Modelo (TSM) para un partido de local en el futuro cercano.
¿Qué implicaciones tiene la decisión de vetar el Estadio TSM?
La medida, que se ha manejado con absoluto hermetismo en las oficinas de la FMF, es una respuesta directa al ambiente de hostilidad que, desde la perspectiva de la dirigencia y los futbolistas, rebasó la crítica deportiva y se centró en el ataque personal y la falta de apoyo al proyecto nacional.
La gota que derramó el vaso fue, sin duda, el trato a Raúl Rangel, un novato en la portería del Tri que fue víctima de la frustración por no ver al portero lagunero.
Ramos Arizpe sostiene que la decepción es profunda en el seno del equipo. No solo por el resultado, sino porque la intención de llevar el partido a Torreón era buscar precisamente ese ambiente de apoyo incondicional que supuestamente existe en las ciudades fuera de los grandes centros como la Ciudad de México o Guadalajara.
El Mensaje Subyacente: "Nos Vamos a Donde Nos Consientan"
Esta "drástica decisión" de vetar una plaza que, hasta ahora, había sido considerada de alta confianza, envía un mensaje peligroso y controversial a toda la afición mexicana: si no nos aplauden, jugamos donde sí lo hagan.
Las declaraciones de Raúl Jiménez de que "por eso nos llevan siempre a Estados Unidos" ahora tienen un peso extra. La FMF ha encontrado en el comportamiento de la afición de Torreón el pretexto perfecto para reforzar su estrategia de llevar los juegos a suelo estadounidense, donde la exigencia es menor y el apoyo suele ser más ceremonial y menos crítico.
Además, es el pretexto ideal para seguir haciendo dólares con el Tricolor, menos partidos en México por ser un territorio hostil, más juegos en donde hay un ambiente amigable y además deja mayores ingresos.
Para los críticos, el Tri y sus directivos están demostrando tener una "piel demasiado delgada" y una falta de autocrítica que les impide entender el malestar de la gente. El aficionado que paga un boleto y ve un pobre espectáculo tiene el derecho soberano de expresar su descontento.
Vetar una plaza por un abucheo es, para muchos, un acto de infantilismo que confirma la teoría de que los seleccionados nacionales están "demasiado consentidos".
El TSM es la primera víctima de esta nueva política de 'cero tolerancia' a la protesta. La FMF ha trazado una línea: abucheos e insultos significan exilio de la Selección. Mientras tanto, el equipo buscará el aplauso fácil en el otro lado de la frontera, dejando a los aficionados que sí desean ver al Tri en casa con las manos vacías.
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