Honorable
El gesto de Allan Saint-Maximin con una aficionada del América
En un acto de generosidad, Allan Saint-Maximin sorprendió a una fan del América
En un mundo donde las redes sociales amplifican tanto glorias como controversias, el francés Allan Saint-Maximin, estrella emergente del América, ha robado sonrisas con un gesto sencillo pero entrañable.
Tras su golazo en la victoria 2-1 ante León por la Jornada 16 del Apertura 2025, un video de una abuelita águila reaccionando al tanto se convirtió en fenómeno viral, culminando en una respuesta del jugador que la declaró oficialmente "su amiga".
Allan Saint-Maximin sorprende a aficionada del América con noble gesto
Este intercambio, puro y desprovisto de filtros, resalta el lado humano del futbol y fortalece el lazo entre el América y su afición más leal El clip, compartido en TikTok por la nieta de la protagonista, Ana Fernández, acumula millones de vistas en horas.
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El video muestra a la aficionada, de unos 70 años, que afirma que el jugador es muy bueno, además de asegurar que es su amigo: "¡Es un triunfador! Además de que está muy guapo, es un triunfador. ¡Felicidades, amigo!", exclama con ojos brillantes, mientras su nieta la interroga juguetona: "¿Es tu amigo?". Sin dudar, responde: "¡Pues yo digo que sí!".
Por su parte, Saint-Maximin, el veloz extremo de 28 años que llegó al América en julio procedente del Al-Ahli saudí por 12 millones de euros, no dejó pasar la ternura. Desde su cuenta Saint-Maximin, comentó bajo el post: "¡Claro que sí es mi amiga! ", con un emoji de carita enamorada.
El mensaje explotó: más de 11 mil 500 likes y miles de shares en minutos, convirtiéndolo en trending topic. Este no es un caso aislado para el ex-Newcastle, conocido por su carisma fuera de cancha. En México, su adaptación ha sido meteórica: tres goles y dos asistencias en 12 juegos, clave en el América que acecha el liderato con 34 puntos, a uno de Cruz Azul.
Para una afición 'Águila' curtida en pasiones intensas, este momento recuerda que el deporte une más allá de trofeos. Saint-Maximin, con su sonrisa perpetua y dreadlocks icónicos, no solo anota: inspira.
