- 02 de octubre de 2024
Tarde o temprano, el América sufrirá un duro revés y ahí podrá darse cuenta del odio que ha despertado en el resto de los aficionados.
Al americanismo le gusta ser odiado, tan es así que se siente orgulloso de su emblemática frase "Ódiame más". Y, tras su reciente y polémico título, es claro que hoy ese odio es muchísimo más grande.
Si a eso sumamos las burlas de Quiñones al festejar un gol, las nada diplomáticas declaraciones de Henry Martín, quien dio a entender que hoy el antiamericanismo está llorando, o las de Azcárraga, quien calificó como un "pretexto" de sus opositores el polémico penal marcado a Rotondi, o las de Santiago Baños, quien dijo que le valen mad*** las críticas por este controvertido campeonato, pues entonces ese odio tiene muchas más vitaminas.
Y si a eso agregamos que en la opinión pública aumentó la creencia de que el América es campeón porque le robó al Pachuca, Chivas y Cruz Azul, el termómetro del odio debe estar en sus puntos más altos.
El problema para el América y el americanismo es que un día, cercano o lejano, van a perder y cuando llegue ese día deberán estar preparados para la tormenta de burlas que se les vendrán encima, y conscientes de que fueron ellos quienes las provocaron, incluidos directivos, jugadores y aficionados.
Mientras llega ese día, el América y el americanismo pueden sonreír porque lograron que hoy los odien más, muchísimo más.