Luis Suárez se convirtió en amo y señor del encuentro entre Atlético de Madrid y Barcelona, esto en compañía de Thomas Lemar. Ambos generaron y anotaron los goles con los que vencieron 2-0 al equipo visitante.
Uno de los atractivos de este partido era el reencuentro entre 'Lucho' y su exequipo, esto derivado de las formas en las que el uruguayo salió del club. Por si fuera poco, la "rivalidad" que se dio con Ronald Koeman, ténico en turno, fue otro condimento.
En su momento, se dio a conocer que Ronald Koeman echó a Suárez del Barcelona via telefónica, llamado que no duró más de 60 segundos. Esto provocó que el delantero se marchara al Atlético en medio de la tristeza.
Los aficionados esperaban que el uruguayo anotara y así fue, puso el segundo en el marcador y festejó de manera "provocativa". Simuló un teléfono con sus manos viendo hacia las gradas; el mundo futbol lo atribuyó a un llamado directo al holandés.
Para acabar con los rumores, sabiendo que los había provocado, 'Lucho' atendió a los medios tras el encuentro y explicó contundentemente el motivo de su festejo. Mencionó lo llevó a cabo para que la gente supiera que conserva su mismo número, además de que fue un pacto con sus hijos.
Es para la gente que sabe que tengo el mismo número y que todavía sigo usando el teléfono. (Al ser cuestionado sobre Koeman) No para nada, si lo quiere tomar a pecho. Quedé con mis hijos que iba a hacer eso".
Aseguró que en ningún momento fue planeado para Koeman, aunque resaltó que si el holandés lo quiere ver así, es su problema. Ante su exequipo, Luis Suárez consiguió su cuarto gol de la temporada en LaLiga.