Jonas Eriksson, exárbitro sueco, dice estar feliz de haberse retirado del arbitraje pues asegura que es un "tema oscuro" y cuestionó las designaciones en la Eurocopa 2020.
Previo a las semifinales de la Euro 2020, el árbitro mundialista en 2014 publicó en su cuenta de Instagram un texto en el cual señaló la corrupción en el arbitraje al interior de la UEFA.
"La gente suele preguntar cómo seleccionan (a los árbitros) para los partidos decisivos [...] La verdad es un tema oscuro. [...] Un mundo sucio, político y falso donde la amistad, la corrupción, la lealtad y la nacionalidad juegan un gran papel [...] Cuando se trata de arbitraje, todo pasa en salas cerradas, con agendas políticas y con todo menos lo mejor del futbol en mente".
Eriksson recordó que en la Euro del 2016 pitó la semifinal entre Portugal y Gales, pero no lo designaron para la final. Cuestionó que ahora sucedió algo similar en la Euro 2020 con el silbante turco Cuneyt Cakir.
"Esta vez, el mejor árbitro del torneo, sin un sólo error claro, ya ha sido enviado a casa. Otros árbitros, a veces sin saberlo ellos mismos, tienen los contactos adecuados, mejor respaldo político o provienen de países importantes".
Después de estas palabras, Eriksson aclaró al sitio SVT Sport que acusaba a la UEFA y no a sus colegas. "Con esta perspectiva, puedo decir que estoy muy feliz de haber dejado de pitar hace tres años".