Los problemas de salud mental que enfrenta Simone Biles son más graves de lo que parecían durante los Juegos Olímpicos Tokio 2020 al grado de que quizá no debió participar en el evento.
La gimnasta estadounidense volvió a hablar, en entrevista para la revista New York, sobre lo mucho que le ha costado lidiar con los abusos que sufrió por parte del médico Larry Nassar.
"Si miras a todo lo que he pasado en los últimos siete años, no debería haber vuelto a formar parte del equipo olímpico. Debería haber renunciado mucho antes, cuando Larry Nassar estuvo en los medios de comunicación durante dos años. Era demasiado.
Pero no iba a dejar que se llevara algo por lo que he trabajado desde que tenía seis años. No iba a dejar que me quitara esa alegría. Así que lo superé en la medida en que mi mente y mi cuerpo me lo permitieron".
Aunque en Río 2016 fue la figura con cuatro medallas de oro y una de bronce, en Tokio 2020 se retiró de la final por equipos, así como de tres finales individuales por aparatos.
"Pasé de querer estar en un podio a querer volver a casa. En los momentos previos, me puse cada vez más nerviosa. No me sentía tan segura como debía con todo el entrenamiento que llevábamos".
Simone ahora sólo desea recuperar su salud mental como si fuera cualquier otra lesión física.
"No importa cuánto intento olvidar. Es un trabajo continuo. Te operan y se arregla. ¿Por qué no puede alguien decirme que en seis meses esto se habrá acabado? Sólo quiero que un médico me diga cuándo voy a superar esto".