La clavadista china, Quan Hongchan, se presentó en Tokio 2020 con la misión de ganar el oro para poder mantener a su mamá, ya que sufre de una grave enfermad causada por un accidente.
Sin perder el piso por conseguir la presea de oro a su corta edad, la clavadista comentó que no se siente especial, puesto que también tiene fallas como todas las personas.
No creo que sea un prodigio. No soy muy brillante. No me va bien en los estudios. Me haces todas estas preguntas y solo tengo la mente en blanco", explicó después de colgarse la medalla de oro.
Tras su regreso a China, la atleta fue recibida como heroína por la actuación que dio en sus clavados y también por conseguir la calificación perfecta en varias de sus presentaciones.
En ese sentido, medios chinos revelaron que hubo empresas y marcas que se ofrecieron para ayudar económicamente a la clavadista y así cumplir con la misión que se propuso al inicio de los Juegos Olímpicos.
Dinero en efectivo, casas y hasta un tratamiento especial para su mamá, fueron algunos de los ofrecimientos que le brindaron a la clavadista.
Sin embargo, Quan Hongchan agradeció el apoyo y los regalos que le compartieron y optó por rechazarlos sin dar explicación alguna.
Cabe resaltar que hasta el momento se desconoce el motivo por el que la medallista no aceptó la ayuda, no obstante, su nombre quedará inmortalizado en el deporte chino por lograr el oro a tan corta edad.
Además de esta historia, también los Juegos Olímpicos recordarán que el atleta jamaicano, Hansle Parchment, pudo ganar el oro después de que una voluntaria lo ayudó a llegar a la final de los 110 metros con vallas, luego de que se presentó en otro escenario deportivo.