- 02 de octubre de 2024
El cantante puertorriqueño puso ese toque extra en la celebración de WrestleMania 37, se salió con la suya en el momento que le tocaba.

El Raymond James Stadium tuvo la fortuna de contar con público para presenciar la edición número 37 de WrestleMania. Las funciones de la primera noche tuvieron lo suyo, pero fue Bad Bunny quien se terminó llevando los reflectores.
Uno de los tantos atractivos de la primera noche era el ver a 'San Benito' en acción, de quien se esperaba mucho en su pelea junto a Damian Priest en contra de The Miz y John Morrison. En voz de los propios aficionados, se trató de un combate que no decepcionó.
La pelea entre el 'Conejo Malo' y The Miz se dio por primera vez durante el Royal Rumble de enero, cuando ayudó a Damian Priest a 'planchar a 'The Calgary Kid' y John Morrison. Las palabras y ataques entre uno y otro fueron constantes hasta esta noche.

La pelea inició con entradas bastante 'llegadoras' ya que The Miz y Morrison llegaron al cuadrilátero con una burla directa a Bad Bunny utilizando botargas de conejos. Por otro lado, el puertorriqueño arribó en lo más alto de un trailer con luces LED.
La pelea comenzó intensa, el cantante fue el primero en salta al ring para enfrascarse con The Miz y alimentar la emoción de la afición. Durante poco más de 10 minutos, los cuatro peleadores se dieron con todo, estando dispuestos a llevarse la victoria.
Bad Bunny conectó puñetazos con la derecha directo al rostro de The Miz, aprovechó de gran manera varias llaves y pinzas, provocando sorpresa entre todos los espectadores.
La recta final de la pelea se dio con una plancha desde la tercera cuerda y por si fuera poco un Canadian Distroyer para ponerle punto final a la lucha. La afición presente enloqueció durante toda la contienda y apoyó a tope a 'San Benito'.
Así fue como Bad Bunny salió con los brazos en alto y puso punto final a la rivalidad con The Miz y compañía. De paso, cumplió el sueño que tenía de niño, el cual era subirse a un ring de la WWE y sorprender al mundo entero ¡Vaya que lo hizo!